Pues bien, cruzamos ahora el charco a ver qué han hecho los eternos comidín de los "Big Four" americanos.
A priori, podemos esperarnos un "The Formation of Demnation, parte 2", y eso es algo que creo que todos firmaríamos. Algunos aún esperamos un nuevo "The Gathering", pero tras la vuela de Alex Skolnick sabemos que primarán las reminiscencias del sonido de "Practice What You Preach" o "The Legacy". Y no nos equivocamos. El reino del thrash americano está huérfano de monarca, asi que veamos si TESTAMENT pueden alzarse como reyes del mismo.
Tenemos el plástico en nuestras manos, y lo primero que llama la atención es la portada. Tremenda. De lo mejor de la banda, y de lo mejor del género. Oscura, con un trasfondo apocalíptico que enamora y que eleva nuestras espectativas justo en el momento en el que le damos al "play".
"Rise Up" es la primera en repartir estopa. Directa y sin guardarse nada es lo que esperábamos que sucediese en este disco. Billy que ruge como nunca, dándolo todo; ese juego de riffs cañeros y partecuellos de Alex y Eric que sí, recuerdan al pasado disco y mucho, y una base rítmica con un Greg machacante y una batería de las que hace apretar los dientes. ¡Si, esto es lo que queremos! Puro TESTAMENT, pura rabia, puro thrash.
Seguimos con muchas ganas con "Native Blood". Algo más difícil de escajar a la primera está llena de detalles variados. Siempre sobre un riff de mucheca contundente, llama la atención el cambio entre las estrofas y el estribillo: del riff machacon cortan y nos despiezan con un ritmo veloz a doble bombo en el estribillo que se ve aderezado por una melodía pegadiza que a primeras descoloca, pero... ¡qué coño! Queda bien. No podemos dejar de atender a unos solos tremendos, con detalles incluso jazz (Alex mete mano, sin duda) que aportan un color muy refrecante al tema.
Con el tema homónimo "Dark Roots of Earth" la cosa arranca más pesada y templada. No define al disco pero es un buen detalle que necesita dos escuchas para apreciar totalmente. El ritmo se vuelve más machacón en las estrofas y estribillo, con ese títpico riff a lo TESTAMENT que sin duda hace mover la cabeza. Los puentes y entradillas de estrofas se vuelven más lentos y con mucho gusto BLACK SABBATH para formar un tema difícil de encasillar, pero fácil de aceptar.
Volvemos al thrash más contundente con "True American Hate", recordando bastante al rollo "The Gathering", más moderno y reventando cabezas desde el primer riff. Y una buena tanda de riffs será lo que nos llevemos con este corte. Eso y la descarga vocal de un Billy tremendo, en un estado de forma envidiable. Igual que sucedía con el tema que abría el disco, son dos auténticos trallazos de los que marcan el sello "TESTAMENT" a fuego en nuestra piel, de los que cualquier fan de los americanos disfrutamos al máximo, y de los que no nos dejan entender la injustícia de por qué siempre han estado históricamente en un segundo plano, tras los METALLICA, MEGADETH, SLAYER o ANTHRAX.
Pasamos el ecuador del disco y somos testigos de otro cambio de rumbo con "A Day in the Death". Muy lograda, pero con un ritmo más oscuro y Doom que en ciertmo modo corta un poco el rollo. Y extraña se vuelve también la siguiente: desde "The Ritual" en 1992, no habían vuelto a incluir en sus discos una balada. Pues bíen, con "Cold Embrance" rompen esa línea. Que un grupo como TESTAMENT se arriesgue con uan balada, es proque tienen las ideas muy claras, y la verdad es que lo demuestran. Alejándose de toda idea de dulzura, será la agonía y pesadumbrez las que conformen el espectro emocional en una balada que convence.
Tras estos dos cortes más bajos en cuanto a ritmo, volvemos a los riffs destrozamuñecas con "Man Kills Mankind". De nuevo el aroma TESTAMENT está presente en cada segundo, y pese al ambiente más progresivo y ritmos más cambiantes, "Throne of Thorns" sigue elevando la fuerza, echando toda la carne en el asador.
Para la última "Last Stand for Independence" ya no parece quedar carne, asi que directamente incendian el "asador" en sí con otro de los temas más duros del disco, acabando por el mismo sitio que empezaron: el de rompernos el cuello sin concesión.
Como nota si os hacéis con la edición limitada, tendréispara disfrutar tres versiones: "Dragon Attack" de QUEEN, "Animal Magnetism" de SCORPIONS y "Powerslace" de IRON MAIDEN, tres buenas versiones, pues saben imprimir su sello de dureza a estos temas y hacer eso, "versiones" y no meras copias de las originales.
Y llegados al final, nos queda el veredicto. La escucha del disco depende mucho de lo que las espectativas, de lo fans que seamos de la banda y de dónde sepanos situarlo a día de hoy. Por eso, lo haré comparándolo con los discos que seguro que todos vosotros compararíais: Es tremendo, pero un escalón más flojo que "The Formation of Damnation", es duro, pero algo menos potente que "The Gathering" y es 100% TESTAMENT... tanto, como cualquiera de sus otros nueve discos, y por tanto, se disfruta totalmente.
Tracklist:
1. Rise Up
2. Native Blood
3. Dark Roots of Earth
4. True American Hate
5. A Day in the Death
6. Cold Embrace
7. Man Kills Mankind
8. Throne of Thorns
9. Last Stand for Independence
Chuck Billy: Voz
Alex Skolnick: Guitarra
Eric Peterson: Guitarra
Greg Christian: Bajo
Gene Hoglan: Batería
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